Monaco

Monaco rebosa originalidad por todos los poros. Ningún videojuego se parece a éste título, ni siquiera aquellos que también cuentan con un sistema en el que priman las acciones sigilosas por encima de todas las demás.

En Monaco interpretarás el papel de varios cacos que perpetran actos vandálicos allá por donde van, desde un robo en una sucursal bancaria hasta atracos a mano armada. Cada ladrón dispone de capacidades propias, proporcionándote algunas de ellas ventajas que son de agradecer, especialmente las de forzado de cerraduras en un santiamén y posibilidad de divisar a cada vigilante desde una considerable distancia.

Independientemente del tipo de escenario sobre el que vaya a desarrollarse la escena siempre comenzará de la misma manera y terminará con una frenética huida. La aleatoriedad de la IA implica tener que actuar en función de las situaciones con las que te irás enfrentando sin poder estudiar los patrones, debiendo correr sin parar al mismo tiempo en que evitas las cámaras, esquivas a los canes adiestrados para perseguirte y recolectas oro con el que podrás acceder a las posiciones más elevadas de la clasificación en línea.

Monaco muestra los escenarios a través de una especie de plano y reproduce en pantalla una serie de tonalidades que contrastan con los grises que tiñen gran parte de los niveles.